En la entrevista que concedió el 23 de septiembre, Marcelo Ebrard a la periodista Denisse Marker en el prestigiado noticiero semanal Punto de Partida, reveló a un jefe de gobierno tranquilo, sereno, pensante, con un cariz –y fisonomía- demócrata y sobremanera inteligente, quizá el cariz ideal para alguien que pretenda ocupar el cargo de candidato presidencial.
Aun y cuando esto no fuera suficiente, y quizá presintiendo una anunciada ruptura entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, el fundador del PRD Cuauthñemoc Cárdenas Solórzano declaró el 21 de seprtembre que se sumará a quien gane la candidatura del PRD a presidente de la República.
Con esto el michoacano Cuauhtémoc Cárdenas deja claramente establecidas dos cosas; una, que no buscará ser candidato a la presidencia de la República, aclaración que se hacía pertinente pues existían dudas serias al respecto.
Y la otra, la más significativa, que Cuauhtémoc Cárdenas sabe desde este momento que no habrá poder humano que convenza al tabasqueño terco como un burro, AMLO, a que apoye las alianzas entre partidos, aun y cuando estos sean disímbolos.
Se nota a un Marcelo Ebard que ha arrancado su precampaña presidencial –apenas 3 meses antes que llegue el estratégico y trascendental año 2011- con más puntos a favor que en contra, comparado con Enrique Peña Nieto, aspirante del PRI, quien por el contrario, se ha convertido en el “hazmerreír” y “la perilla de dar golpes” de cientos de periodistas del país.
Todo esto es producto del mal manejo de su imagen, tarea propagandística que Peña Nieto le ha encargado a TELEVISA solamente, una compañía televisora repudiada por millones de televidentes pensantes que la consideran un “poder de facto” en la orografía y política en México.
Aun y cuando esto no fuera suficiente, y quizá presintiendo una anunciada ruptura entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard, el fundador del PRD Cuauthñemoc Cárdenas Solórzano declaró el 21 de seprtembre que se sumará a quien gane la candidatura del PRD a presidente de la República.
Con esto el michoacano Cuauhtémoc Cárdenas deja claramente establecidas dos cosas; una, que no buscará ser candidato a la presidencia de la República, aclaración que se hacía pertinente pues existían dudas serias al respecto.
Y la otra, la más significativa, que Cuauhtémoc Cárdenas sabe desde este momento que no habrá poder humano que convenza al tabasqueño terco como un burro, AMLO, a que apoye las alianzas entre partidos, aun y cuando estos sean disímbolos.
Se nota a un Marcelo Ebard que ha arrancado su precampaña presidencial –apenas 3 meses antes que llegue el estratégico y trascendental año 2011- con más puntos a favor que en contra, comparado con Enrique Peña Nieto, aspirante del PRI, quien por el contrario, se ha convertido en el “hazmerreír” y “la perilla de dar golpes” de cientos de periodistas del país.
Todo esto es producto del mal manejo de su imagen, tarea propagandística que Peña Nieto le ha encargado a TELEVISA solamente, una compañía televisora repudiada por millones de televidentes pensantes que la consideran un “poder de facto” en la orografía y política en México.
ENRIQUE PEÑA NIETO ha confirmado dos temores psíquicos de origen patológico.
El primero, parece saber perfectamente que si el PAN - PRD entabla alianza en el estado de México, le arrebatarán indefectiblemente el poder estatal.
Esto provocó que Enrique Peña Nieto esté realmente “apanicado”.
Y sin esperar ni un segundo, llama al micropartido político, PVEM, su alfil, su mandadero, recadero o su botones, y le ordena: “Lanza una iniciativa de reforma a la ley electoral que impida alianzas partidistas (llamadas de forma rimbombante alianzas comunes) lo antes posible.
“El anuncio hazlo tú, para que el PRI no se queme”.
Y vendido al mejor postor, el Partido Verde Ecologista en el Estado de México obedece la orden de inmediato, sin esperar un segundo; lo hace de forma humillante.
En un acto a todas luces corrupto, Enrique Peña Nieto no queda precisamente bien parado frente la opinión pública mexicana.
No conforme con la comisión de este error, en el Noticiero Televisa nocturno difundido en cadena nacional, Peña Nieto comete el error de admitir que tiene la obligación de ganar el Estado de México. Y que de esa victoria depende su llegada a Los Pinos.
En la entrevista con Denisse Maerker por su parte, el jefe de gobierno del DF Marcelo Ebrard vende correctamente su imagen y consigue anunciarse como un político demócrata e inteligente, muy dispuesto a hacer las alianzas políticas necesarias para ganar la presidencia de la República.
Aun y cuando la periodista le insistía sobre su presunta amistad con Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, audazmente Marcelo Ebrard prefirió no hablar de ello y ni afirmó ni desmintió la aseveración de la reportera.
Con todo y el hecho de que Denisse Maerker pagó los dos cafés, el suyo y el de Marcelo Ebrard con un billete de cien pesos, el político perredista no quedó tan mal parado.
El primero, parece saber perfectamente que si el PAN - PRD entabla alianza en el estado de México, le arrebatarán indefectiblemente el poder estatal.
Esto provocó que Enrique Peña Nieto esté realmente “apanicado”.
Y sin esperar ni un segundo, llama al micropartido político, PVEM, su alfil, su mandadero, recadero o su botones, y le ordena: “Lanza una iniciativa de reforma a la ley electoral que impida alianzas partidistas (llamadas de forma rimbombante alianzas comunes) lo antes posible.
“El anuncio hazlo tú, para que el PRI no se queme”.
Y vendido al mejor postor, el Partido Verde Ecologista en el Estado de México obedece la orden de inmediato, sin esperar un segundo; lo hace de forma humillante.
En un acto a todas luces corrupto, Enrique Peña Nieto no queda precisamente bien parado frente la opinión pública mexicana.
No conforme con la comisión de este error, en el Noticiero Televisa nocturno difundido en cadena nacional, Peña Nieto comete el error de admitir que tiene la obligación de ganar el Estado de México. Y que de esa victoria depende su llegada a Los Pinos.
En la entrevista con Denisse Maerker por su parte, el jefe de gobierno del DF Marcelo Ebrard vende correctamente su imagen y consigue anunciarse como un político demócrata e inteligente, muy dispuesto a hacer las alianzas políticas necesarias para ganar la presidencia de la República.
Aun y cuando la periodista le insistía sobre su presunta amistad con Elba Esther Gordillo, lideresa del SNTE, audazmente Marcelo Ebrard prefirió no hablar de ello y ni afirmó ni desmintió la aseveración de la reportera.
Con todo y el hecho de que Denisse Maerker pagó los dos cafés, el suyo y el de Marcelo Ebrard con un billete de cien pesos, el político perredista no quedó tan mal parado.
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